miércoles, 1 de abril de 2009

LA SOBERANIA

La soberanía

Soberanía.- La soberanía es el ejercicio de la autoridad soberana que reside en el pueblo y que se ejerce a través de los poderes públicos de acuerdo con su propia voluntad y sin la influencia de elementos extraños

El concepto de soberanía y el vocablo que lo expresa han tenido acepciones diversas que dificultan seriamente su precisión. En el pensamiento jurídico-político y en la facticidad política misma han denotado ideas distintas. Aristóteles hablaba de autarquía, que como afirma Jellinek, era sinónimo de autosuficiencia, es decir, implicaba la capacidad de un pueblo para bastarse a si mismo y realizar sus fines sin ayuda o cooperación extraña. En roma se utilizaban las expresiones maiestas, potestas o imperium, que significaban la fuerza de dominación y mando del pueblo romano. Durante la edad media la soberanía equivalía a supremacía, hegemonía o prevalencia, entre el poder espiritual representado por el papado y el poder temporal de los reyes, habiendo sido, un concepto polémico en las diversas teorías políticas de la época, entre las que destaca la tesis de Marsilio de Padua, quien proclamo la superioridad del estado frente a la iglesia.

Autodeterminación
Hemos aseverado que la nación o pueblo en sentido sociológico, como grupo humano real coherente, decide darse una organización jurídica y política, creando al derecho que a su vez da vida al estado como persona moral. La causación de estos efectos obedece a un poder, actividad o dinámica que tiene como fuente generatriz a la misma comunidad nacional. Mediante tal poder, la nación se autodetermina, es decir, se otorga una estructura jurídico-política, que se expresa en el ordenamiento fundamental o constitución.
La autodeterminación obviamente excluye la injerencia de cualquier sujeto distinto de la nación que pudiese imponer a esta dicha estructura, o sea, que el poder que tiende a esta finalidad no esta sujeto a ninguna potestad extraña a la comunidad nacional ni tampoco a la de cualquier grupo que dentro de ella este comprendido. Por ello se afirma que el propio poder es soberano, en cuanto a que no esta sometido interior o exteriormente a ninguno otro; puesto que lo soberano, designa un poder que no admite ninguno por encima de el; una potencia que en la esfera donde esta llamada a ejercerse, no sustituye a ninguna otra.
Autolimitación
La autodeterminación, que es la nota sustancial expresiva del poder soberano o soberanía, en el fondo entraña la autolimitación, pues si autodeterminarse implica darse a si mismo una estructura jurídico-política, esta estructura que es normativa, supone como toda norma una limitación, es decir, señalamiento de limites. La autolimitación, sin embargo, no es inmodificable, ya que cuando la nación decide autodeterminarse de diversa manera en el desempeño de su poder soberano, cambia sus estructuras y, por ende, los limites que estas involucran.
La soberanía es un atributo del poder del estado, de esa actuación suprema desarrollada dentro de la sociedad humana que supedita todo lo que en ella existe, que subordina todos los demás poderes y actividades que se desplieguen en su seno por los diversos entes individuales, sociales, jurídicos, particulares o públicos que componen a la colectividad o se encuentran dentro de ella, debiéndose agregar que el estado, como forma en que se estructura y organiza un pueblo, al adquirir sustantividad propia, al revestirse con una personalidad jurídica y política sui generis, se convierte en titular del poder soberano, el cual no obstante, permanece radicado real y socialmente en la nación. Para explicar estas consideraciones se debe recordar que la soberanía es única, inalienable e indivisible, sin que, por ende existan dos soberanías, a saber, una imputable al pueblo o nación y otra al estado. Conforme a esta premisa, el estado es soberano como persona jurídica en el que el pueblo o la nación se ha organizado política y normativamente, residiendo su soberanía en su propio elemento humano. La soberanía estatal, según la tesis de la personalidad del estado que es la que adoptamos, se revela en la independencia de este frente a otros estados en cuanto que ninguno de ellos debe intervenir en su régimen interior, el cual solo es esencialmente modificable o alterable por su mismo elemento humano que es el pueblo o nación a los que corresponde la potestad de autodeterminación.
Inalienable e indivisible
La soberanía popular o nacional, es inalienable e indivisible. Es, la voluntad general de la nación. Su inalienabilidad, resulta del pacto social mismo. Suponer que la soberanía pudiese ser enajenada, equivaldría a la eliminación del mismo soberano, es decir, del pueblo o nación, sin que este hecho pueda concebirse con validez. Su indivisibilidad, deriva lógicamente de su inalienabilidad, pues dividir la soberanía significaría enajenarla parcialmente.

No hay comentarios: